El 26 de agosto, se celebra en Argentina el Día de la Solidaridad, para conmemorar el nacimiento ese día de 1910 de Agnes Gonxha Bojaxhiu, más conocida como la Madre Teresa de Calcuta, una mujer comprometida con la paz y la justicia desde el amor concreto y cotidiano hacia los hermanos más abandonados y sufrientes.

Ella dedicó toda su vida a la entrega hacia el prójimo en un ejemplo trascendental de tarea humanitaria mundial.

Para ser solidario no hace falta un gran acto, se puede ayudar desde nuestro pequeño lugar en el mundo.

 

El ser solidario abarca muchas cosas: compartir lo material sí, cubrir necesidades básicas, pero también paliar el dolor de otro, escuchar, dar una mano, ofrecer nuestro tiempo, atención, preocupación, regalar una sonrisa, algo tan simple, pero tan mágico, forman parte del ser solidario.

 

Una caricia también es una forma de demostrar nuestra solidaridad, como lo demuestra este genial cuento Elsa Isabel Bornemann, donde un niño comienza una cadena de caricias...