Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca,
hay que medir, pesar, equilibrar…
… y poner todo en marcha.
Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino, un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño,
Irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia pueblos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.
Gabriel Celaya
A cada uno de los docentes que forman parte de nuestra Escuela: seño Ali, seño Merce, seño Coty, seño Caro, seño Ari, seño Marce, seño Susy, seño Patri, seño Belkys, seño Noe, seño Noe, seño Marisa, seño Vale, seño Moni y profe Gustavo, seño Lili, profe Raúl, seño Dani, seño Merce, seño Belén, seño Vero, seño Maru, seño Flor, profe Ricardo, seño Mariana, profe Polo y a los que pasaron por ella y dejaron su huella en cada estudiante, ¡les deseamos un feliz día!